VIZCACHA
Hábitos y alimentación
Es de hábitos nocturnos; vive en grupos de hasta 50 individuos en túneles que cava en lomas de terreno firme. Se alimenta de todo tipo de vegetales y ataca los cultivos, por lo que su caza está permitida en toda época en la Argentina.
La vizcachas salen al caer la tarde, precedidas por el macho más viejo, el "vizcachón", que se asoma primero para comprobar si hay peligro en los alrededores de las cuevas.
Su habitat
Las "vizcacheras", o sea los sistemas de corredores subterráneos en los que habita, en parte están a pocos centímetros de la superficie, se extienden en un radio de 15 a 20 metros y se pueden hundir al paso de animales y hombres, por lo que constituyen un peligro, especialmente para los jinetes. La vizcacha no tiene inconveniente en compartir un sector de su refugio con zorros, y eventualmente con lechuzas, ya que las cuevas tienen hasta 15 bocas.
Descripción
Es de pelo abundante, cabeza grande, hocico abultado y chato por delante, bigotes largos y sedosos y orejas pequeñas. Generalmente, de pelaje gris en el lomo y blanco en el vientre. Dos franjas negras le atraviesan la cara. Sus patas son cortas, con dedos y uñas fuertes que le sirven para cavar la madriguera. La cola se desprende con facilidad, y esto la salva muchas veces de ser capturada.
Consumo y caza
La carne de la vizcacha se conserva en escabeche y su piel se usa en la industria peletera. No es considerada una pieza valiosa en la caza deportiva. Los paisanos las combatían llenando de humo sus túneles. Actualmente, se utilizan gases tóxicos.
La vizcacha en la cultura
En el poema gauchesco Martín Fierro, de José Hernández, un personaje apodado el Viejo Vizcacha adopta al segundo hijo del héroe. Vive en medio de desorden y suciedad y desgrana sus "consejos", muestrario de virtudes de supervivencia acomodaticia, que comienzan con el "hacete (hazte) amigo del juez", convertido en un refrán mordaz en la Argentina.
Fuente: Wikipedia